viernes, 21 de enero de 2011

¿Qué tienen de diferente?



En el medio hospitalario es frecuente encontrar cierto menosprecio al paciente institucional. El sueldo, los pocos estímulos y reconocimientos hacen que el médico trabaje de malas, con desgano, y desquite no solo sus presiones, sino también sus frustraciones en el paciente.

Por arte de magia, toda esa situación suele cambiar cuando se trata de un paciente privado, en un hospital caro, sin carencias, con un cliente paciente que va recién bañad@, impecablemente vestid@, maquillad@ incluso. Puede estar uno delante de un ser humano despreciable, pero la percha, esa sí impresiona. Y todo es suavidad, palabras tersas, cortesía que se vuelve una triste mueca del trato que no se da en el hospital de todos los días.

Por eso mi pregunta es. ¿Qué tienen de diferentes unos de otros?

¿Genéticamente? NADA, ¿Desde el punto de vista anatómico? Quizá solamente las inherentes a su sexo y complexión Pero también a su cultura, su idioma y sus costumbres. A su identidad espiritual si se quiere ahondar en térmicos metafísicos. Y ya.

Es cierto que todos somos únicos y diferentes, que medicamente existe la idiosincrasia farmacológica. Pero nada de todo lo anterior, justifica ni legitiman las diferencias que algunas veces son tan acusadas y evidentes entre el trato a uno u otro paciente.

La diferencia en todo caso para mi sería, uno me paga de su dinero y el otro solamente alcanza a darme las gracias, porque dinero no tiene.

Esta discriminación no solamente abarca el comportamiento individual del médico, sino que alcanza sistemas de salud enteros tan disímiles entre sí como el de los llamados países desarrollados y los países pobres.

Sin ahondar por ahora en términos de medicina social y comparaciones de los diversas sistemas sanitarios en el mundo, dejo un vídeo que muestra lo que puede pasar (adivínese donde) en uno de los países mas civilizados del orbe.

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